DESCARGA... O MAS CARGA

DESCARGA... O MAS CARGA

Nuestra vida actual es agitada, con mucha exigencia diaria en todos los planos de nuestra existencia.

Debemos responder eficientemente en el trabajo, donde la competencia es dura y sin tregua. Las empresas buscan eficiencia para un mercado tan difícil de conquistar y mas difícil aun de mantener.

Desde que abrimos los ojos en la mañana, comenzamos un despliegue de energías hasta que los cerramos en la noche. Aún el inconsciente, sigue trabajando en cuestiones inconclusas.

La parte económica, monetaria, ocupa nuestra mayor atención. Cada vez tenemos mayores ofertas que apuntan al confort, la elegancia y la comodidad. Todas enfocan aspectos de la piel para afuera. Todos aluden a lo que se pueda ver y tocar. Es lo que está de moda.

Los spa y los gimnasios pululan por doquier. Los Institutos de Belleza (llámese cirugía estética) han incrementado su número. Novedades en electrodomésticos, audio y video.

Maravillas en comunicación: Celulares que son pequeñas PC, PC cada vez mas pequeñas y completas, etc. Autos que casi ya camina solos.

Veo en la actualidad una desmedida atención a lo superficial, a lo que se ve y toca.

Hay un antiguo dicho: "Caras vemos, corazones no".

Cuando voy al trabajo en la mañana, veo gente moviéndose para todos lados y cuando medito un poco, todos van en busca de dinero. Algunos directamente, otros indirectamente, pero su meta es esa.

"Y es que sin dinero no podemos hacer nada", dice la mayoría. Y en parte tienen razón. Nuestra sociedad consumista nos empuja hacia ese "callejón sin salida" .

En medio de todo este bullicio y movimiento, todos necesitamos un lugar de paz, de reposo; un lugar donde reponer energías: Ese lugar debería ser nuestro hogar.

Veo con dolor que muchos no lo tienen. Algunos creen que lo tienen porque poseen una casa, grande o pequeña, pero eso no es un hogar. Cuatro paredes y un techo no hacen un hogar.

Este oasis en medio del desierto hay que construirlo, no viene gratis con el matrimonio o la convivencia. Es consecuencia de quererlo para luego tenerlo, poniéndole mucho esfuerzo y dedicación, tiempo, atención y preparación.

Que diferente es llegar a casa y encontrar un ambiente agradable, relajado, en paz. Esa paz que muchos reclamamos pero somos incapaces de darla. Este ambiente, reconforta, relaja, recarga, alimenta.

Llegar a casa y encontrar conflictos, tensiones, desavenencias, gritos, peleas, vacíos, problemas, seguramente que "inflarán" más el globo que ya está por explotar cuando llegamos buscando alivio.

Aquí se acabaron los fingimientos y las apariencias, aquí confrontamos una realidad que no podemos maquillar. Se colgaron las máscaras y somos lo que somos, todos los que allí nos encontramos. Si tenemos paz para dar, habrá paz, Si tenemos conflictos sin resolver, habrán conflictos. Si tenemos vacíos, habrán vacíos. Si tenemos alegría, habrá alegría... y asi.

Aquí estamos todos "desnudos" ante nuestras realidades.

Como esta que leemos en los diarios:

"Una de las amigas íntimas del tenor italiano Luciano Pavarotti, Lidia La Marca, ha asegurado que antes de morir el cantante le confesó que su esposa, Nicoletta Mantovani, le "atormentaba" , le había aislado y que "o se suicidaba o se separaba" de su segunda mujer. "Estoy muy mal. En estos últimos años Nicoletta me está atormentando, me hace vivir solo, estoy aislado, mis amigos no me vienen a ver, habla mal de mis hijas y me rodea de personas que no me gustan", confesó Pavarotti a su amiga, una ginecóloga muy conocida en Italia, según relata ella misma en una entrevista publicada por el diario "La Stampa".

¿Y? ¿Tenemos una casa o un hogar?, ¿Descargamos o cargamos más?

SOLRAC

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