la familia conversa
Piden que violencia familiar sea un delito
La congresista de Restauración Nacional Alda Lazo Ríos propondrá una reforma del Código Penal para tipificar a la violencia familiar como un delito para que no siga siendo castigada sólo como una falta.
“Es necesario que estos deplorables actos de violencia sean castigados por el Poder Judicial de manera rápida e inflexible”.
Señaló la parlamentaria, que integra la Comisión de Salud, Población, Familia y Discapacitados.
Diario “La Primera” 23.08.06
Nuevamente acudimos a la acción fácil y represiva de “castigar de manera rápida e inflexible” a personas que padecen una enfermedad emocional o mental.
Creo sinceramente que con esta medida no vamos a lograr lo que tanto anhelamos: Que disminuya la violencia familiar en los hogares peruanos.
¿Hasta cuando nuestras autoridades no van ser concientes de que estas acciones son solo el resultado, consecuencia, producto de una enfermedad silenciosa y no visible que ya ha infectado y continúa infectando la mayor parte de nuestros hogares?
¿Cómo es posible que a estas alturas se proponga represión en lugar de curación?
¿Porqué el Estado no considera dentro del presupuesto de salud, una partida para tratar a familias disfuncionales como tales, curarlas y darles una mejor calidad de vida? ¿Cómo hasta hoy tampoco es conciente de lo que realmente sucede y no hace campañas informativas, charlas, folletos, afiches etc. utilizando los medios para enseñar y despertar a familias que podrían salvarse?
Previniendo, no castigando.
Esta enfermedad avanza cada día y ya no solo vemos violencia familiar, sino crímenes frente a hijos menores como testigos, aumentando el trauma y enfermando más este entorno ya enfermo.
De continuar así, no nos extrañe un incremento de esta violencia y de estos crímenes. No nos extrañe acostumbrarnos a verlos como en tiempos del terrorismo, como algo cotidiano y lejano a nosotros.
¡Cuidado!
No esperemos otro “Tarata” que nos explote en la cara para reaccionar recién exigiendo “paz” cuando no lo hemos sabido sembrar en nuestros hogares, cuando no hemos tenido conciencia de enfermedad en nuestro propio nido y cuando esto sea ya demasiado tarde.
Esta realidad no está en el pueblito olvidado, un caserío de Huancavelica o Abancay, de Puno o Amazonas. Esta realidad la tenemos dentro de nuestros hogares, aquí en Lima, San Isidro, La Molina, Miraflores, Surco y demás distritos, sin diferenciar color, posición, rango, credo o apellido. No provoca apagones ni explota anfo o dinamita. Esta realidad marcha en absoluto silencio, con total alcahuetería y complicidad nuestra, hasta que crece, se hace fuerte y revienta ante nuestro rostro perplejo y asustado. Luego tenemos aún la desfachatez de preguntar:
¿Qué pasó?, ¿Qué hice mal?, ¿Por qué a mi?
Una vez mas, apelo a la inteligencia y discernimiento del lector para que decida confrontar su realidad de una manera valiente y firme para atacar A TIEMPO una enfermedad sumamente peligrosa, muy grave e invisible. No digan luego que no sabían ni esbocen una sonrisa perdida como la del inquilino de Valdizán.
SOLRAC
"Los padres tienen muy poco tiempo para los suyos, y en el hogar comienza el rompimiento de la paz del mundo "
MADRE TERESA DE CALCUTA
Comentarios