ESPAÑA CAMPEON

AYER TUVE UN SUEÑO…

Parece el título de una canción, pero es real… tuve un sueño.

Al finalizar el mundial de fútbol me pregunto si esto es posible cada cuatro años, que los países se unan en una sola bandera, la bandera de la FIFA y que los deportistas luchen por un sueño, por la gloria por el Campeonato mundial de este deporte.

Todos los jugadores que asisten a este campeonato ya tienen asegurado su futuro económico, ninguno va por este camino, la mayoría va por otro, el lograr un sueño.

Los equipos que no tengan este requisito no llegarán a la final porque habrán equivocado el motor que los impulse a la gloria.

Los jugadores del equipo español soñaban alcanzar este título por primera vez en su historia… y lo lograron. Individualmente, cada uno de ellos ya había logrado muchas cosas deportiva y económicamente hablando, pero faltaba “la cereza” que coronara el pastel. Y esa “cereza” tenía el sabor de la gloria, soñada, añorada, esperada, luchada.

Mi sueño apunta a que todos nos unamos por la bandera de la paz y de la justicia social.

Es un sueño que me acompaña desde mi pubertad y tal vez cierre los ojos sin lograrlo. Pero este sueño me alimenta diariamente porque no se arruga, aunque mi piel comience a hacerlo, permanece intacto, con la claridad de mis quince años y con la vigencia de la eternidad. Me mantiene vivo y joven, me sacude el polvo del camino y humedece mis labios sedientos, y alimenta mi cansado cuerpo.

Ayer tuve nuevamente este sueño, como todos los días y sé que puede lograrse si cada uno de nosotros mirara al prójimo con ojos de misericordia, con ojos de compasión. Si cada uno de nosotros se despojara de ambiciones personalistas y tratara de condolerse más con el sufrimiento del hermano, con sus necesidades y carencias.

Todo nos indica lo contrario, la prensa en todas sus formas, los gobiernos, la mercadotecnia y sobre todo nuestros egoísmos, desde los más pequeñitos hasta esos monstruosos que están destruyendo el planeta… pero sigo soñando.

Quiero contagiar este sueño a alguno más, al menos uno y que ese contagie a otro, y otro , y otro… hasta ser todos, unidos por la gloria de cambiar nuestro mundo en un mundo nuevo y mejor.

¿Les parece si empezamos por nosotros, por nuestras familias, nuestro centro de trabajo, el vecindario???

Los invito.

SOLRAC

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