más drogadicción
300% de aumento en consumo de drogas
La cifra de adolescentes peruanos que ingresaron al mundo de las drogas en los últimos dos años aumentó 300%, reveló el Consejo Nacional para Desarrollo y la Vida sin Drogas (DEVIDA) en el “II Estudio Nacional: Prevención y Consumo de Drogas en Estudiantes de Secundaria”, a más de 65 mil estudiantes de los colegios públicos y privados del país.
Sabes con exactitud en este momento ¿dónde y con quién están tus hijos?
Muchos padres no creo que puedan responder esta pregunta sencilla pero de gran profundidad y significado.
La responsabilidad de los padres, sobre todo con hijos pequeños y adolescentes, es muy seria y de vital importancia para su formación como futuros ciudadanos. No sólo es importante la preocupación paterna en la formación intelectual de nuestros hijos. El piso sólido donde descansa una personalidad es la emocional y espiritual. Esta formación aun no se da en los nidos, colegios ni universidades… se sigue recibiendo, aunque cada vez menos, en los verdaderos hogares.
Nuestro mundo emocional aun es muy poco conocido y por lo mismo menos atendido. Se fortalece y se potencia con el amor sincero y sano de los padres y la familia. Con la atención permanente y sostenida del padre y la madre, complementándose en esa labor, de afecto, de interés, de cuidado, de estar allí cuando el pequeño lo necesite… cuando es pequeño, porque si ya puede salir de casa, lo buscará en otras personas que nos sustituyan y estas muchas veces no son las más adecuadas.
Las “ausencias” físicas y afectivas de los padres generan vacíos en nuestros hijos que muchas veces ellos no saben cómo llenar. Esos vacíos al no ser satisfechos, buscarán diferentes vías para llenarse… desgraciadamente una de ellas es la droga, es sus diferentes manifestaciones.
Otra vía es buscar afecto entre sus compañeros, llevándolos a confundir afecto con sexo y ya vemos las consecuencias de padres adolescentes y embarazos no deseados, generando más confusión y por lo mismo más vacíos.
Si creemos en Dios, al final de nuestras vidas, permaneceremos ante el Gran Juez, que nos preguntará: ¿Qué hiciste con esta o estas criaturas que te encargué para su crecimiento y desarrollo como seres humanos?
Compareceremos pues, como PADRES, no solo ante Dios, cuando se agote el tiempo, sino que comparecemos ante nuestros hijos y ante nuestras conciencias, todos los días de nuestra existencia. Esa es nuestra responsabilidad, aunque muchos confundan con lograr carreras profesionales o encaminarlos en negocios exitosos… antes que profesionales, deben ser SERES HUMANOS DIGNOS, fuertes sólidos como rocas y no alfeñiques emocionales que se derrumban al primer obstáculo y acuden a drogas o barbitúricos para paliar sus nervios.
Cuando nuestros hijos van creciendo y creen que ya son adultos y dueños de sus vidas, un “ya vengo” no debe dejarnos tranquilos. Yo siempre pregunto: ¿ A dónde vas, con quién o quienes, y hasta que hora es tu reu?
Sólo si tengo estas respuestas podré contestar la primera que se menciona líneas arriba y podré dormir tranquilo, sabiendo que sus respuestas son verídicas y no tienen “patas cortas”.
SOLRAC
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