BODAS DE PERLA MATRIMONIALES

Que el matrimonio es un asunto que hay que tomarlo con mucha responsabilidad es muy cierto.
Hace 30 años atrás no sabía lo que esto significaba y tampoco conocía muy bien en que consistía esto que llaman SACRAMENTO DEL MATRIMONIO.
Como todos, tenía un modelo cercano, el de mis padres, quienes  hace casi 10 años que celebraron sus Bodas de Oro Matrimoniales.

Los años, el tiempo, las experiencias que estos encierran, nos van mostrando los infinitos matices que tiene la convivencia y cómo esta va sacando del fondo de nuestro ser, todo aquello que alimentamos desde el vientre materno hasta sólo ayer, cuando nos sentíamos plenos, pletóricos y casi perfectos.

Estoy seguro que una de las experiencias más enriquecedoras y exquisitas para el ser humano es el Matrimonio, y lo escribo con mayúsculas porque no quiero que se confunda con cualquier otra unión entre hombre y mujer que no sea motivada por el Amor, también escrito con Mayúsculas, para no relacionarlo con capricho, conveniencia, buen negocio o cualquier otra palabra que Dios no bendecirá si me acerco al altar a pedírselo.

Si tomamos esta unión como un reto para crecer juntos fortificados y motivados por el Amor mutuo, estoy seguro que esta unión podrá trascender cualquier vicisitud por muy grande que esta sea. Y si ese Amor tiene su fuente de energía en Dios, se forma una tríada tan fuerte que nada podrá romper.

Hoy sé que Sacramento Matrimonial es caminar de a dos hacia Dios, tomados de la mano y sorteando todos los obstáculos que el camino nos ponga.
Luego de 30 años de vivir junto a Guly puedo decir que me invade una alegría inmensa que quiero compartirla con Uds. al saber que estamos caminando en la ruta del reto y crecimiento en pareja. No somos los mismos de hace 30 años, con total seguridad, creo que hemos avanzado en esta tarea de formar pareja y formar familia.  Construyéndonos  día a día como personas, como pareja, como familia... diariamente, con dedicación, con interés, con afán, ... con Amor.

Doy gracias a Dios y a todos Uds. que en algún momento de estos 30 años nos tendieron su mano, su voz o sus miradas para sostenernos y animarnos a seguir adelante.

Dios quiera también que sigamos caminando hacia El, mientras nuestra piel se arruga pero jamás nuestros sueños de lograr una familia nueva, una sociedad nueva, un Mundo Nuevo y Mejor.

CCL

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