VIDA DE PERROS
"PASEAR AL PERRO"
Una costumbre arraigada en nuestros países, incluidos países de Europa, es la de tener perros en casa y bajo el pretexto de "sacarlos a pasear", aprovechamos este paseo para que nuestro engreído, deposite en algún parque, jardín del vecino o simplemente alguna parte de la calle, sus excrementos y orines.
Se ve tan común este paisaje que a nadie le llama la atención ver a personas de diferentes edades y sexos, "paseando" con uno o más animalitos por nuestras calles y especialmente por nuestros parques.
Estuve leyendo que algunos países están tratando de ordenar con leyes estos paseos que agreden a la vecindad sin que el ciudadano tenga cómo defenderse.
Algunos (muy, pero muy pocos) van con sus bolsitas y recogen lo que no deben dejar tirado expeliendo olores y provocando sinsabores a quien tope con él, sobre todo si esta recién depositado.
Pero la cosa no queda ahí. Además de dar un pésimo aspecto físico y olfativo, estos residuos generan una serie de males que pueden tener consecuencias nefastas.
Es el caso de una niña que tenía diarreas intermitentes y dolores en los intestinos.
Al principio lo atribuyeron a algún alimento que podría haberle hecho daño. Pero al tercer día, cuando llegaron los primeros síntomas de deshidratación y se les iba, supieron que era algo más grave. Ni la dieta blanda, ni los diferentes antidiarreicos recomendados por el pediatra hacían su trabajo, mostrando la niña
pérdida de peso y un estado deprimido.
Sólo cuando realizaron un análisis de las heces pastosas que expulsaba la criatura, se determinó la presencia de quistes de Giardia, un parásito frecuente en perros y gatos que también se aloja en el organismo humano, produciendo una sintomatología difusa.
Mucho peor fue el caso de Sebastián, un hombre de 45 años que de un día para otro comenzó a padecer grandes dolores de cabeza y dificultades en su visión. Como sus males no remitían, en un tiempo prudencial acudió al especialista con el miedo del glaucoma o el infarto cerebral metido en el cuerpo. En este caso el diagnóstico fue instantáneo y preciso.
Estamos expuestos alrededor de una docena de peligrosas zoonosis, entre las que se cuentan las desencadenantes de los casos referidos y otras como la ancylostomidosis, la estrongiloidosis y la dipylidiosos, todas ellas asociadas a las mascotas y a los hábitos nada recomendables de algunos de sus propietarios.
Esto sólo para mostrar dos casos, sin mencionar la Tenia Perruna, uno de los más dañinos tipos de parasitosis que origina quistes. El más peligroso y conocido es el hidatídico o hidatidosis. Lo produce un cestodo, mal llamado tenia, que infecta al 6% de los perros.
Sus huevos se liberan por las heces caninas, a razón de 70.000 huevos diarios, que contaminan el medio donde perviven hasta 10 meses, pasando al organismo humano por vía oral. Una vez en el intestino, las larvas eclosionan y comienzan un viaje hacia diversos órganos, en especial, hígado, pulmones y cerebro, donde se enquistan en un periodo que puede alcanzar 40 años. La ausencia de síntomas durante gran parte del tiempo, hace que la enfermedad pase desapercibida.
Me parece pues, una falta de educación, falta de respeto y una reverenda frescura tirar en áreas donde juegan niños, pasean los mayores o simplemente descansan, desechos fecales que deberían estar en otro lugar y no en lugares públicos.
Cuidar de nuestra salud, en todos sus aspectos, debe ser siempre una prioridad de todo buen ciudadano... y si tenemos perros en casa, debemos asumir la responsabilidad de que sus desechos fecales y sus consecuencias, se queden también en casa.
SOLRAC
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